Todos sabemos que una buena alimentación es necesaria para mantener un estilo de vida saludable, además, si eres un deportista de alto nivel, para conseguir tu máximo rendimiento tendrás que cuidar tu alimentación y saber qué es necesario en cada etapa de entrenamientos y competiciones
¿Qué son?
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono son la primordial fuente de energía del organismo. Son esenciales para funciones anatómicas como la actividad deportiva. Esto ya señala que un atleta debe incluir hidratos de carbono en su dieta. Conforme tus objetivos el porcentaje de comestible que debe corresponder a hidratos de carbono es diferente.
En todo caso los especialistas aconsejan que los hidratos de carbono jamás excedan el cincuenta por ciento de la ingesta.
La mayoría de la ingesta de estos o bien, mejor todavía, la totalidad, debería corresponder a hidratos de carbono complejos.
Esto deja liberar la energía más de manera lenta y evita que se transformen en grasa en el organismo.
Proteínas
Entre otras muchas cuestiones, son esenciales para el desarrollo muscular. Reparan los tejidos y eso, entre otras muchas acciones esenciales para el organismo, supone que son precisos para la restauración muscular tras el ejercicio físico.
Sabiendo qué son los macronutrientes y la función de los macronutrientes proteínas el interrogante siguiente es cuántas precisa el humano. Debes tener claro que el hecho de que sean precisas para el atleta no implica que hayan de ser el comestible exclusivo de la dieta.
En verdad, el abuso de ellas hace que el organismo las utilice como fuente de energía. Y eso supone que se despreocupe de la auténtica función de ellas.
Lípidos o grasas
Los lípidos o bien grasas son esenciales a fin de que el organismo absorba y sintetice las vitaminas liposolubles, claves para diferentes funciones. Asimismo son claves para la síntesis hormonal.
Si se habla sobre depósitos de grasa del organismo es frecuente meditar en celulitis y obesidad. Esto es cierto tratándose de un exceso de grasa amontonada.
De todas formas, es verdad que el organismo precisa depósitos de grasa, eso sí, en cantidad conveniente. ¿La razón? Estos se hacen cargo, aparte de las funciones ya mentadas, de resguardar a diferentes órganos del cuerpo y de sostenerlos en su lugar.