Vamos a centrarnos en reducir el porcentaje de grasa existente en nuestro cuerpo y tratar de aumentar el porcentaje muscular. El músculo es fundamental, ya que mantiene las articulaciones, nos da agilidad, potencia y lo más esencial en el tema que nos ocupa: acelera tu metabolismo. 

Trabajo de este entrenamiento

Por este motivo, es esencial diferenciar “pérdida de peso” de “pérdida de grasa”.Al estar hablando de “pérdida de peso“, estamos señalando que hemos perdido tanto grasa como músculo, y esto nos puede suponer un inconveniente si la pérdida de masa muscular es muy grande o bien si se prolonga en el tiempo. 

Al contrario, cuando charlamos de “pérdida de grasa“, nos centramos únicamente en eso, si bien es posible que perdamos una mínima cantidad de masa muscular. Además de esto, al perder grasa, nuestro cuerpo va padeciendo una recomposición anatómica, y vamos perdiendo volumen y nos vemos más definidos.

Más musculatura es igual a perder más calorías y por esta razón, es un aspecto fundamental a tener en consideración.Por eso, uno de los fallos más habituales de las personas que se comienzan en un gimnasio con la idea de perder peso es eludir las máquinas y las pesas. 

Tienen la idea de que al hacer mucho cardio, vas a perder cada vez más y más veloz mas, una vez tu cuerpo se habitúa y se amolda, cada vez gasta menos y, por tanto, te esmerarás mas no apreciarás resultados. Si, por contra, pones interés en producir músculo, vas a gastar más calorías en tu cada día y eso te va a ayudar a quemar grasa, aun en los días que no hagas nada, tu metabolismo va a ser quién realice esa quema de calorías. 

Consejos para ayudarte

  • Empieza con un programa de entrenos de fuerza de forma conjunta con actividad cardiovascular de bajo impacto, como bien puede ser la elíptica. Esta última que sea de media intensidad para ir avanzando cara la alta intensidad.
  • Efectúa ejercicios de fuerza de grandes conjuntos musculares, tanto del tren inferior como del tren superior. Busca un peso moderado y efectúa entre doce-quince reiteraciones de cada ejercicio. Conforme vayas efectuando sesiones, ves incrementando progresivamente el peso para ir mejorando.
  • Entrena con intervalos de alta intensidad. Cuando se trabaja de esta forma, tu cuerpo se lleva al límite y precisa de una energía de la que no dispone, entonces, se busca la vida para proporcionártela y se genera un déficit de oxigeno para poder acabar con el ejercicio
  • Una vez el ejercicio ha finalizado, estás en deuda con tu cuerpo y este se debe recomponer ante el ahínco alto que ha recibido. Este proceso de restauración lleva por nombre deuda de oxígeno y puede alargarse hasta las cuarenta y ocho horas postejercicio. 
Perder peso
  • Esto significa que tu cuerpo prosigue activo y quemando calorías hasta el momento en que vuelve al punto de comienzo, lo que implica una pérdida de grasa que te va a favorecer.